miércoles, 24 de agosto de 2011

Yo soy el malo

Acabo de tener una discusión con mi padre, bueno, más bien un monólogo, de parte de él, claro está.Estos soliloquios me los sé de memória. Puede que cambien las palabras, pero el contenido siempre és el mismo.

Digo monólogos porque él habla y, antes de que yo pueda decir nada, se esfuma. Sólo da su opinión, de manera despótica, y desaparece.
Sus discursos dicen que yo soy el malo, el que dice, el que hace, el que no hace, etc.

La pregunta és: ¿El fallo es unidireccional?
Yo creo que no.

El ejemplo más reciente de un inicio de monólogo por su parte:
-¿Estás listo para irnos?
-No, aun no.
-Pues... no se a que estás esperando.
(Yo subia de barrer carbón y cuatro palos que el perro habia esparcido por la parte de fuera de mi casa, y dos excrementos frescos, de esos que huelen tan bien. Claro que eso mi padre no lo sabia, no me ha dejado decírselo)
-Pues espérate a que...
-¡No hace falta que vengas! ¡Siempre remugando!

Bien, vale, ¡Perfecto! ¿Qué se supone que tengo que hacer yo ante esto? ¡Es totalmente ridículo!

Inmediatamente después ha habido por parte de mi madre una escena... No sé muy bien como describirla.
Ella lloraba, y mi padre estaba ahi de pié al lado de ella.
No sé por que lloraba, ¿Porque su hijo es un monstruo sin sentimientos que les fastidia la vida?, ¿O bien porque en el fondo saben que no hacen algo bien y su orgullo de "perfección educativo-paternal" no les deja verlo?

Yo no estoy reivindicando, ni muchisimo menos, que sea perfecto en todo. Ni siquiera que lo hago todo bien. Simplemente digo que si me atacan me defiendo, y que a mis padres los conozco demasiado bien cómo para que mi método de auto-protección frente a su ofensiva, sea más bien una agresión directa dónde más les duele.
No es intencionado, simplemente me sale así.

El discurso ha sido en tono recriminatorio, obviamente en mi contra.
Me ha acusado de no intentar integrarme en la familia, de querer hacer siempre lo que yo quiero y utilizar los métodos más mezquinos que conozco para alcanzar mi objetivo, que és siempre "no hacer nada", me ha acusado de llamarlos "negreros", a pesar de que continuo sin saber el significado de esa palabra. También me ha reprochado que, los fines de semana, salgo de marcha, y que prefiero eso a estar trabajando con él, ¿¡Y no és eso algo obvio!?
Me ha echado en cara que hago fiestas en casa, cuando yo siempre, y recalco la palabra "siempre", le pido permiso antes de hacer nada, y limpio absolutamente todo lo que ensucio y descoloco.

Y podria continuar con detalles del soliloquio, pero són de irrelevancia para poder entender que ellos no són las víctimas de un ser cruel y despiadado, como dicen. Y que yo no soy tampoco una vícitma de la incomprensión paternal.

Simplemente creo que se trata de escuchar los dos fragmentos del problema y unirlos en un todo para que, así, las dos partes tengan que pringar y pringarse.
Y no asirse a la solución más facil, que consiste en que la parte con más poder instaure un régimen absolutista. Eso está realmente pasado de moda.

RGB ^^

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