miércoles, 27 de abril de 2011

Nerviosismo y un final inesperado

No recuerdo muy bien el orden de los acontecimientos de aquella tarde, porque salí aturdido de aquella casa, tanto que, dí incosncientemente tres vueltas a la manzana antes de encontrar el camino para volver.

Me preparaba para ir a su casa. A la casa de alguien a quien únicamente habia visto a través de una pantalla, y con el que no habia compartido más de 4 o 5 horas de conversación.
Mientras me duchaba, sentia escalofríos. Mi cuerpo actuaba por inercia, como si más bien fuera otra persona la que se estaba duchando y yo lo estuviera viendo, mientras pensaba en otras cosas.
Cosas que inundaban todas las partes de mi cerebro, abrumandome, gritándome que estaba loco, que no sabia lo que hacia.

Una vez sentado en el coche, utilicé el GPS para llegar. Tuve que concentrarme y, aun así, repetí la operación varias veces, hasta que logré que me indicara el camino correcto.

Cuando llegué, aparqué, respiré hondo, y salí del coche. Cogi el movil, y le llamé para que me abriera la puerta. Al colgar, empecé a ponerme más nervioso aun de lo que ya estaba.
Salió y me abrió la verja. entré y ni le di dos besos (cuando me di cuenta, el momento ya habia pasado). Tenia 4 perros, y empecé a saludarlos, sin mirar hacia arriba, muerto de vergüenza.
Entré en la casa, a la mitad de las escaleras me detuvo, y pregunto a su madre si se podia subir, y bueno, de nuevo la cagué, porque subi las escaleras y ni la saludé... seguia presa de un incontrolable rubor, que me asomaba por las mejillas.

Una vez en su habitación me senté en la cama. Me ofreció una cola. Cuando volvió yo seguia en la misma posición en la que me encontraba cuando salió de la habitación, con la cabeza totalmente bloqueada. Empezamos a barajar algunas peliculas, para elegir una.
Antes de darle a play, le pedí una camiseta de manga larga, porque estaba incomodo con mi camisa. Después pense que quizás habia sonado raro, ya que me miró con cara de ''¿y este, pidiendome ropa?'', y en ese momento sentí que mi morro llegaba hasta la otra punta de la isla.
Durante toda la pelicula estuvimos sentados el en una silla y yo en la cama. sin practicamente cruzar palabras que no tuvieran que ver con la pelicula.
No me enteré de muchas cosas, porque estaba concentrado en pensar ''¿cuando la pelicula acabe, qué?''
Notaba que, de vez en cuando me miraba de reojo, y yo fijaba más aun la vista en la pantalla.

Llego el final de la pelicula. Nos pusimos a hablar y, de repente, toda la tension q tenia encima se esfumó. Me pidió que le diera un masaje, ya que dias antes habiamos estado hablando y le comente que se me daba bien. En ese momento pensé ''Ya está, ya va a lo que va''.
Le di el masaje, y no ocurrió nada; ni una sola intención de querer algo más que aquello, un masaje.
Ahi mi cabeza empezo a dar vueltas ''¡No le he gustado!''; ''Si ya lo sabia yo, es demasiado mono''; ''De todas formas, es bueno que no intente nada aun, ¿no?''
Cuando acabé el masaje, le pedí uno a cambio. Sus manos empezaron a resbalar por mi espalda con cierta timidez. Le pregunté si tenia miedo de hacerme daño. Me respondió que si. Y le dije q no se preocupara, q no me lo haria.

Después de un rato largo, o almenos me lo pareció, me decidi a girarme hacia él, y ahi estaba, a menos de 5 centímetros de mis labios. Le besé. Con un miedo casi insoportable a que me girara la cara. No lo hizo. Correspondió a mi beso, y asi estuvimos un largo rato.
Cuando intentó deslizar su mano bajo mi camiseta, le frené.
Una cicatriz enorme recorre mi barriga de arriba a abajo, y sentí horror de que, como muchas otras veces me ha pasado, el sintiera repugnancia y todo qedara ahi, con un feo final para una tarde tan extraña y a la vez tan genial.
Le explique lo que iba a encontrarse y, contra todo pronóstico, me levantó la camiseta, se quedó mirando la fea marca, la acarició cuan larga era, y la besó. Yo no pude frenar el irresistible deseo de abrazarlo y quedarme agarrado a el durante lo que me pareció demasiado poco rato. Tal vez fueron treinta segundos. Ese momento para mí fue el más hermoso de toda la tarde, y de muchas otras tardes, dias y noches en toda mi vida. Significó algo que aun no sé lo que es, pero me hizo sentirme muy bien, demasiado.

Después de eso, nos fumamos un cigarro. Una de mis lentillas se habia desplazado un poco hacia un lado, y me hacia ver borroso. Teniamos la intención de irnos a tomar algo a un bar al lado de su casa. Él queria afeitarse antes de salir y yo, por alguna extraña razón, cada vez que se iba a levantar, no le dejaba. Le arrastraba hacia mi y lo besaba. Me habia quedado enganchado, y la idea de que tenia que separarme de sus labios, aunque solo fuera por un rato, no me gustaba. ¿Y si ya no los iba a poder besar nunca más?
Finalmente conseguí sofocar la perdida de control sobre mi mismo, y fue a afeitarse.
Cuando bajamos para salir a la calle, sus padres le dijeron que el bar estaba cerrado y decidimos quedarnos y poner otra pelicula.
Antes de volver a subir quiso cenar algo, asi que fuimos a la cocina. Mientras cenaba, me contaba cosas feas sobre su pasado. Cosas que me hicieron atisbar un resquicio de su forma de ser, de como era su interior.
De pronto sentí ganas de hacer algo por el, algo que le hiciera sentirse bien y olvidar, aunque fuera por un rato, todo lo malo que me habia contado.

Volvimos a su habitación y pusimos una pelicula. No habia mirado la hora hasta entonces. Eran la una de la madrugada. Nos quedamos apoyados uno con el otro, mirando la pantalla. Mis ojos estaban enfocados en la pantalla, pero mi cabeza solo era capaz de repasar una y otra vez aquella tarde.
Una voz en mi cabeza me gritaba: ''Dios, ¿Eres tonto?, ¿Que haces?, ¡¡Lo has conocido hoy!!''
Pero mi cuerpo no se movia, solo se quedaba ahi, apoyado en el.

La pelicula se paró a la media hora, y nos pusimos a fumar. Justo su madre tocó a la puerta, para ver si nos quedaba mucho rato porque queria irse ya a dormir. Entonces terminamos de fumar, y ambos nos dirigimos una mirada que significaba ''no quiero que te vayas''. Pero tenia que irme.
Me acompañó hasta la salida, y se despidió de mi con un último beso.

Me monté en el coche, puse la musica a todo volumen. Me sentía abrumado y aturdido. No encontraba la salida a la carretera principal. Dí tres vueltas a la manzana hasta que di con ella.
Hubo un momento en que no pude retener las ganas de gritar. De todas formas, ¿quién iba a oirme dentro del coche, con la música a tope?

RGB ^^

jueves, 7 de abril de 2011

No es lo que parece

Aburrido de que la gente interesante no lo sea lo sufuciente. También de que cuando parece que encuentro algo, al enfocar bien la vista veo que sólo son retazos de lo que de verdad parecia ser.
¿Cuando los demonios dejaran de esconderse tras sonrisas de angel y alas pintadas de blanco?

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