Me encantaría plasmar en palabras el significado que tiene para mi esa palabra: "AMOR", tan grande, tan especial, tan grande, que siempre está en boca de todos y que casi nunca se pronuncia de forma acertada.
Para hablar de él, primero hay que hablar de los sentimientos. Y no son más que minúsculos momentos. Pequeñas descargas que no atienden a razones, que invaden primero nuestro corazón y que se expanden por todo nuestro cuerpo. No son duraderos, pero su efecto en nosotros casi siempre lo es. Los hay malos y buenos; malos que se convierten en buenos; y buenos que se convierten en malos.
Y el amor no es más que eso, un sentimiento. El más bueno de todos los que existen. Que hace que todo lo malo parezca menos malo, y lo bueno, mejor. Que nos emboba, nos sirve la felicidad en bandeja, que nos mantiene ocupados, incluso en nuestros sueños, trabajando para que no se esfume, día a día.
Pero es un trabajo que no nos cuesta, que nos agrada, que nos complace hacer.
Y el amor no sólo se reduce a una pareja, no. El amor va mucho más allá.
Podemos verlo en los ojos de un padre o una madre al ver por primera vez a su hijo, al oír su primer llanto, o cambiarle el pañal. En la sonrisa de una madre al recoger a su hijo del colegio, en la mirada del hijo en el momento en que la ve y acto seguido corre hacia ella. En la respiración contenida de un padre cuando su hija llega tarde a casa, y en las lágrimas de la hija cuando le abraza después de la riña. En los llorosos ojos de ambos padres al ver a su hijo o hija emprender su propio camino, abandonando el nido.
También podemos encontrarlo en una amistad. En el abrazo de tu amigo o amiga del alma, después de un tiempo sin veros. En la comprensión del uno cuando el otro confiesa algo con temor al rechazo.
Sin duda alguna, lo sentimos en la mirada de los ojos ya cansados de nuestros abuelos, en su constante besuqueo y en sus historias de juventud.
Por supuesto lo agradecemos del gruñido amistoso de nuestras mascotas, o de su apoyo cuando saben que estamos mal y se acurrucan a nuestro lado.
No me olvido del tipo de amor qué está siempre en boca de todos. Ese amor que se siente únicamente por una sola persona al mismo tiempo. Ese que hasta conseguirlo nos hace temblar, reír, llorar, sufrir...
Ése que sólo ese alguien especial nos entrega y le entregamos, y que hace feliz día tras día a quien tiene la suerte de vibrar con él.
Al amor, por desgracia, muchos lo esquivan o lo temen. La mayoría porque lo han tenido y lo han perdido, y el dolor que eso causa da mucho miedo.
Todos hablamos con todos sobre nuestro amor y el de otros, o de la ausencia de él.
Para terminar, quiero proponeros algo: ¿Qué os parece si cómo propósito para este próximo año 2014 dejamos de hablar tanto del amor, y lo hacemos más?
Felices fiestas a tod@s!
rgb^^