lunes, 7 de noviembre de 2011

Una bruma oscura se iba disipando, tras mis párpados, gracias al sonido inconfundible de sus palabras...
De pronto todo se iluminó, y allí estaba él, a mi lado. Sus ojos, de un tono único e irrepetible para mí, mirandome.
"Buenos días" me dijo, con la voz un poco ronca, tras horas de sueño; y su mano, un poco áspera al tacto, acariciando mi cara.
De repente comprendí que no era la continuación de un sueño perfecto. Sino que estaba en mi habitación, en mi cama, despertando al lado de la persona más especial que he conocido hasta el momento.
Las lágrimas inundaron mis ojos, medio cerrados aun. Hice todos los esfuerzos posibles para que no se derramaran. Me dolia el pecho, como si tuviera algo enorme dentro de mi deseando salir, se formó un nudo en mi garganta, que no dejó salir las palabras que rozaban la punta de mi lengua.
Dí mil gracias a que no salieran.

Pasaron unos días. Cada momento que pasaba aumentaba su velocidad, acelerando a un ritmo vertiginoso; tanto que incluso a veces me sentia mareado.
Una noche, en la cama, antes de dormir, con él abrazandome, lo solté: "Te quiero". De repente todo empezó a dar vueltas y más vueltas. Ese segundo que pasó entre mis palabras y su respuesta fue, sin duda alguna, uno de los más largos de toda mi vida. ¿Y si la he cagado?; ¿Y si él no siente lo mismo, y al haberle dicho esto intenta evadirme y todo se acaba?; Y todo tipo de preguntas inconexas y carentes de sentido ya que el posible daño ya estaba hecho.
De repente un susurro, practicamente sin voz, "Te quiero". Esa fue su respuesta, seguida de un abrazo muy fuerte.
Mi corazón latia con fuerza, intentando salirse de mi pecho.

Después de ese momento, tan importante para mí, decidí que, a partir de aquí, melo tomaria con calma. Porque las prisas nunca fueron buenas. Quiero que todo salga bien.

Falta un minuto para mi cumpleaños, Y este va a ser muy especial y, si no el mejor, uno de los mejores.

Gracias. <3

RGB ^^

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